La Princesa Controla al Traidor - CAPÍTULO 3

Después de la muerte de la flor.

― ¿Qué demonios pasó? 

La voz de Michael era tan baja y siniestra que podía penetrar en el inframundo.

Todos los soldados y Caballeros que estaban alrededor, temían por su vida. 

― ¿Por qué en la tierra...? 

Michael, que había vuelto a la prisión en menos de treinta minutos, no podía creer lo que estaba pasando. Todo debido a que Iby, con quien había conversado hace solo unos momentos, se había convertido en un caparazón vacío sin alma.

"Se acabó ahora, ¿por qué...?" 

La Séptima Princesa Imperial, Ibyenrose Chloe Hadellamid, era famosa entre los homúnculos. Fue alrededor de hace cinco años atrás cuando Michael había decidido mantenerla a su lado.

La Princesa había formado un caos en el palacio, debido a que fue la primera que insistió en mejorar el trato hacia los homúnculos, también rechazó y se negó a seguir las prácticas malignas que estaban profundamente arraigadas en la familia Imperial. 

Es por eso que había bastantes homúnculos a los que les gustaba Ibyenrose y querían convertirse en su Caballero Personal, siendo Michael uno de ellos. Sin embargo, ella no le dio la posición de Caballero Personal a ninguno. 

Michael también se acercó a ella varias veces con la esperanza de convertirse en su Caballero Personal, apelando a su fuerza incomparable con los otros de su especie, pero la actitud de la Princesa fue siempre firme. 

Incluso después de renunciar a su deseo de convertirse en su Caballero Personal, Michael no podía dejar de mirarla. Siempre que Ibyenrose era despreciada y tratada injustamente por no seguir las crueles costumbres de la familia Imperial, Michael no podía controlar sus emociones.

No sabía cuándo el lado sencillo y sin tacto de Iby se había vuelto tan atractivo. Para cuando volvió a sus sentidos, ya era tarde: Se había enamorado irremediablemente.

Fue un horrible amor no correspondido debido a su estatus. 

Pero Michael no aceptó su destino como homúnculo y, después de años de planificación, derrocó a la familia imperial. 

Originalmente iba a usar un método más moderado, que también sería unos años más largo, para dominar el palacio Imperial, pero debido a la inmensa tiranía de Brigitte que condujo al matrimonio político de Iby, tuvo que hacerlo de una manera radical. Independiente del método, la rebelión tuvo éxito. 

Michaelis, quien se había convertido en Emperador, ya no tenía ningún obstáculo que estorbase su camino. Pensó que todo lo que tenía que hacer era mantener a Iby a su lado.
Sin embargo, cuando su objetivo estaba justo a la vuelta de la esquina, todo se fue por el desagüe.

Michael miró a su amada, devastado. Su delgado cuerpo no tenía aliento ni pulso, parecía una muñeca. 

Los ojos violetas de Michael se tiñeron instantáneamente de ira.

― ¡¿Acaso no pregunté antes?! ¡¿QUÉ PASÓ AQUÍ?!

― Su, Su Majestad... 

Todas las personas que se encontraban cerca, inclusive los Caballeros armados que estaban ahí, de repente tuvieron miedo de morir. 

Había una valiente persona frente al furioso Michael. No era otra que Roseline. 

― Mi hermana se quitó la vida. Dijo que asumiría la responsabilidad como parte de la línea de sangre de la familia Imperial y expiaría su muerte.

― ¿Cometió suicidio?

― Sí, bebió veneno de Belladona

― ¿Cómo sabes eso?

― Porque lo vi con mis propios ojos. 

Roseline tocó el hombro de Michael mientras hablaba seductoramente en voz baja. No olvidó tocar su vientre cuando él volteó a mirarla. 

― Princesa, ¿Tú le diste el veneno?

― ¿Qué quieres decir con "Princesa" otra vez? Ahora es "Emperatriz". Y te dije que me llamaras por mi nombre. ―En lugar de responder seriamente, ella dijo palabras descaradas. 

Michael reaccionaba frío con todo el mundo, pero Roseline era la excepción. Por lo que se enfrentó a esos ojos violetas sin vida sin siquiera inmutarse, incluso podía confesarle con orgullo lo que había hecho. 

― Huh, tu mirada da miedo. De acuerdo. Te daré una respuesta.

―…

― Sí, es cierto. Ayudé en la expiación de mi hermana. Como parecía que no podías tomar una decisión sobre su ejecución, tomé la decisión por ti como tu compañera.

―…
― Un miembro de la familia Imperial que no es cooperativo contigo podría ser una semilla de desastre. Lo sabes, ¿No? La única a tu lado siempre he sido yo y siempre lo seré.

― Cierra la boca, Princesa.

― ¿Mi-Michael? 

Los ojos de Michael se enfocaron en Roseline. Fue la primera vez que lo vio tan frío y aterrador. Roseline tartamudeó avergonzada. 

― Mi-Michael... ¿Qué está mal contigo...?

― Quita tu mano. ―Michael golpeó su mano, como si de un insecto desagradable se tratase.
Aunque se negó a sentir dolor, Roseline respondió como si la hubieran abofeteado en la cara.
― Justo ahora... ¿Qué hiciste?... 

Sus ojos color rubí se llenaron de lágrimas en poco tiempo. Roseline fingió ser la mujer más desdichada y lamentable del mundo en ese momento. 

Pero Michael le dio la espalda sin que le importara en lo más mínimo.

― Iby... 

Cuando vio a Iby que yacía tirada en el piso, sus ojos violetas se apagaron. Michael tocó su pálida mejilla con su mano, aún tenía algo de calor, pero parecía que iba a enfriarse rápidamente si se quedaba en ese frío lugar. 

Michael tomó en brazos cariñosamente el cuerpo de Iby. 

― ¡Michael! 

Un obstáculo se interpuso en su camino. 

― ¡¿Me estás ignorando?! ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!

―…

― ¡No me ignores! ¡Soy yo! ¡Roseline, tu compañera!

― Apártate de mi camino, Princesa. 

Los ojos que miraban a Roseline eran tan filosos como un cuchillo, pero ella no le tenía miedo. Un Caballero homúnculo trató de disuadir a Roseline. 

― Su Majestad, el Emperador está de mal humor y necesita calmarse. Retroceda ahora, debe tener cuidado con...

― ¡Suéltenme! ¡Cómo se atreven a acercarse! ¡Los simples esclavos no tienen idea! 

Por supuesto, eso no funcionó. En otras palabras, sólo se reveló la sucia personalidad detrás del rostro angelical de Roseline. Habían más de diez Caballeros cercanos a Michael que eran homúnculos. Le dieron una mirada hostil, sintiéndose traicionados. 

Roseline bloqueó la entrada de la prisión con los brazos extendidos, gritó con una expresión venenosa.

― Michael, si continúas haciéndome esto, ¡Haré que te arrepientas!

― ¿...Arrepentirme? ¿Es posible estar incluso más arrepentido que ahora?

― Ja, ¿Es así como piensas? ¿Lo has olvidado? ¡Tengo a tu hijo!   

Al ver que Michael no decía nada, se regocijó por dentro. 

"Si, por supuesto" 

Aunque el bebé en su interior fue creado con el poder de la alquimia, es decir, sin la necesidad de unir sus cuerpos físicamente como los amantes normales, para ella seguía siendo el fruto de su amor. 

Por mucho que ella lo valorara, él solo se enfocó en el niño que estaba por nacer. 

Justamente tan solo el día anterior Michael la había estado examinando su seguridad y la del feto, diciendo que se trataba de una preciosa sangre, era algo que solía hacer todos los días. 

La gente no podía cambiar de la noche a la mañana.

Pero después de un momento, Michael hizo añicos los complacientes pensamientos de Roseline. 

― ¿Mi hijo? ―había un tono burlón en su pregunta.   

Mientras Roseline entraba en pánico, Michael, cuya sonrisa pronto desapareció, dijo con una voz desprovista de emociones: 

― ¿Hablas de la masa de células en tu estómago hecha con la Piedra Filosofal?

― ¿Di-Disculpa? ¿Una masa de células?

― Parece que estás confundiendo un "experimento" con un "embarazo".

― ¿Ex-Experimento?

― La Piedra Filosofal solo reacciona con la sangre Imperial y puede ejercer control sobre los homúnculos. Así que solo pedí prestado tu útero para mezclar la sangre Imperial con la de un homúnculo y así poder transferir el poder de la Piedra Filosofal. 

Entendiendo que nunca fue el fruto de su amor, Roseline chilló en respuesta. 

― ¡Bu-Bueno, de todos modos, ¡El hijo que llevo dentro sigue siendo nuestro! ¡Es el fruto de nuestro amor!

― Nuestro hijo... ―la voz de Michael titubeó.

De hecho, el dominio de Michael perduraría siempre y cuando hubiera un descendiente que fuera un homúnculo, sin embargo, el homúnculo implantado que Roseline llevaba en su vientre, no necesariamente tenía que ser de él. 

Era una lástima que no pudiera decirle la verdad, porque había mucha gente escuchando.
Pero aun así quedaban más palabras para sorprenderla. 

Michael arrojó las palabras con crueldad: 

― Es muy generoso de tu parte que lo llames "hijo". Lo que hay dentro de tu cuerpo es un experimento de alquimia que nunca había sido probado. No existen precedentes de una mezcla de humanos y homúnculos. Entonces, ¿Quién sabe si cuando esa cosa salga será un ser humano o un monstruo? 

Roseline abrió los ojos como platos. 

― ¿Mo-Monstruo? ¿Mi hijo...? ¿Cómo puedes decir algo tan cruel...?

― Así es como siempre nos decía la familia Imperial. No hagas un escándalo. 

Después de sus comentarios despectivos, Michael miró a Roseline. 

― Llévense a la Princesa.

― ¡Sí!

― ¡Mi-Michael! 

Tan pronto como Michael dio la orden, los Caballeros homúnculos llevaron a la Princesa hacia la puerta en grupo. Ese era un tratamiento que nunca antes le habían dado a Roseline.

Ella vio a Michael caminar tranquilamente por el pasillo, dejándola sola. 

Más allá de la gran espalda de él, podía apreciar a su hermana en sus brazos. No pudo evitar sentir que el triunfo que sintió hace un momento cuando su hermana fue envenenada, fuese eclipsado.

Roseline gritó con los ojos inyectados en sangre, mientras miraba la espalda de Michael alejándose.

― ¡Detente! ¡¿Por qué no te detienes?! ¡¿CÓMO PUDISTE HACERME ESTO A MÍ?!

¡¿QUÉ DEMONIOS ES LO QUE HIZO ESA MUJER PARA QUE SEAS TAN CRUEL CONMIGO?!

Los gritos de Roseline hicieron eco por los pasillos, pero nadie escuchó.

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Yanci: No sé que esperaba Roseline, ¿Qué le hicieran una fiesta? Pobre Iby y Michael. ☹