La
flor de la prisión 2.
Iby nuevamente estaba sola en la fría prisión. La despedida de Michael "Te veré después", permaneció en su cabeza.
"Veré a Michael de nuevo... en la ceremonia para la ejecución."
Nunca había existido una
persona en la historia que haya escapado con vida de la "prisión
enjaulada".
Por lo que Iby conversó con
Michael, pensó que sería Iby conversó con ejecutada ese mismo día.
Creyó que ya se había
acostumbrado al miedo y la soledad, pero le temblaban las manos sin parar.
Luego de un tiempo, el
sonido de unos tacones anunció la llegada de otro visitante.
La persona que visitó a Iby esta vez fue una
mujer rubia que llevaba una túnica de piel encima de un lujoso vestido. Se acercó a las barras mientras caminaba pavoneándose.
― Cuanto tiempo sin verte,
hermana.
― ...Sí, Rosie. Cuanto tiempo sin verte.
La belleza de Roseline había sido alabada como "La Rosa Blanca del Imperio” desde su infancia y todavía era lo suficientemente hermosa como para deslumbrar. Aunque la familia Imperial colapsó y, sus padres y hermanos fueron decapitados, Roseline no mostraba tristeza en su rostro.
Parecía tan feliz como si tuviera el mundo entero. Iby ni siquiera quiso replicarle nada ya que era una mujer que vivía su vida en torno a Michael, en su propio mundo de flores.
Justo entonces se dio cuenta
de que Roseline llevaba puesto un vestido prenatal y tenía su barriga
ligeramente abultada, toda su inquietud se centró en eso. Iby abrió mucho los
ojos.
― Oh, Dios mío, Rosie. Era
cierto que estás embarazada.
― Así es, hermana. Es el hijo
de Michael.
― ¿El hijo de Michael?
Iby no podía creerlo del todo. Puesto que, los homúnculos creados gracias a la alquimia, a pesar de que podían tener relaciones sexuales, no tenían habilidad reproductiva.
Esa fue también la razón por
la que la familia Imperial prefería a los Caballeros Personales para usarlos
como juguetes sexuales, siendo así abusados con frecuencia.
Roseline reaccionó astutamente ante los curiosos ojos de Iby.
― No pareces creerlo, ¿No es
así? Entonces, ¿Crees que voy a dar a luz a un hijo de otro hombre que no sea
Michael?
― Oh, no. No quise decir eso.
Solo estoy sorprendida porque me acabo de enterar.
― Entonces
debería aprovechar esta oportunidad para contártelo. Con el poder de la Piedra
Filosofal, no existe nada imposible. El bebé en mi vientre es de Michael y mío.
Finalmente, nuestro amor ha dado sus frutos. (ja. En tu mente loca tal vez)
― Ya veo...
El tono y ojos de Roseline
se volvieron venenosos, como si estuviera tratando con un rival.
Iby, que estaba abrumada por su energía, le dio una respuesta positiva a regañadientes, bajo presión. Iby quería cambiar la atmósfera que había.
― Si estás buscando a Sir
Agnit, se fue hace un momento. No sé si se toparon en el camino.
― No,
vine aquí para verte, hermana.
― ¿A
mí? ¿Para qué?
― Escuché que hoy era el día de tu ejecución, vine a verte porque estaba preocupada.
Contrariamente a sus palabras, Roseline no tenía una cara de preocupación en absoluto.
― Como era de esperarse, era hoy...
Iby se sorprendió al escuchar la fecha de ejecución, sin embargo, Roseline continuó hablando como si nada.
― Hermana, ¿Sabes cómo fueron
ejecutados nuestros padres y hermanos?
― No tienes que contármelo...
― No creo que lo sepas. ¿No
tienes curiosidad? ¿Quieres adivinar?
― ¿Crees
que me voy a poner a adivinar frente a ti ahora?
― ¡Oh,
por Dios! Estás enojada. El bebé en mi barriga se asustará, solo estoy aquí
para darle información a mi hermana.
― No estoy curiosa.
― Será mejor que lo sepas, hermana.
Iby decidió cerrar la boca.
De cualquier manera, Roseline iba a decir lo que quería.
― Hasta ahora, quienes han
ejecutado a mis hermanas y hermanos han sido sus Caballeros Personales. Ellos
pudieron matar a quienes más odiaban con sus propias manos, Michael les otorgó
ese favor Imperial a los suyos.
― Los Caballeros Personales...
― Sí, fue como una venganza.
La ejecución de la Familia Imperial fue brutal. Por ejemplo, Brigitte fue
quemada en la hoguera.
― ¡Qué quieres decir con quemar...!
Morir por quemaduras de fuego es la muerte que causa mayor dolor y sufrimiento al ser humano.
Los hombros de Iby comenzaron a temblar notablemente. No importa lo mucho que quisiera pagar sus pecados por ser parte de la familia Imperial, no podía quedarse al margen.
Ante a agitada apariencia de Iby, Roseline sonrió internamente y susurró:
― Iby, mi inocente hermana. Seguramente solo te imaginaste siendo ejecutada rápidamente en la guillotina. Debes estar muy conmocionada. ¿Te encuentras bien?
Era una voz que no la
confortaba en absoluto, de hecho, la intención de Roseline no era consolarla.
Iby respiró hondo y luchó por articular algunas palabras.
― Yo... nunca tuve un
Caballero Personal.
― Pero, no me digas que crees
que no hay un solo homúnculo que no te guardó rencor, ¿Verdad?
― ...No es así.
― Correcto, no deberías. De
hecho, ya se ha decidido el homúnculo que te llevará al lugar de ejecución.
Llegados a este punto, Iby no tuvo más remedio que preguntarle a Roseline.
― Bueno, ¿Quién será?
― Michael.
Tan pronto como Iby escuchó su nombre, sintió su corazón latir con fuerza.
― ¿Él... Él lo hará...?
Pensó que Michael la odiaba tanto que quería matarla él mismo.
Estaba profundamente conmocionada, pero pronto se convenció. Michael odiaba a toda la familia Imperial, aun así, Iby se preguntaba si ella era la excepción.
Sin embargo, puede que haya sido aún más detestable para Michael, porque quizá pensaba que la Séptima Princesa era hipócrita al pretender ser distinta de la familia Imperial al no tener un Caballero Personal.
Ella podría haber sido mucho más despreciable para él, dado que, a pesar de todo no hizo nada por mejorar el sistema. La hipocresía era más detestable que la maldad pura.
― Ya veo... debe odiarme un
montón.
― ... Así es, Michael te odia. Mucho, muchísimo.
Los ojos de Roseline se volvieron sombríos.
En lugar de apretar el puño, apretó un pequeño frasco que había escondido bajo sus mangas y dijo:
― ¿Sabes
qué tipo de ejecución te darán hoy, hermana?
― Suficiente Rosie, no quiero
oír más.
― ¡NO!
Debes escucharlo. La ejecución que recibirás, es la ejecución
Imperial.
― ¡...!
Las ejecuciones Imperiales,
eran bárbaras y brutales. Se utilizaba un hacha sin filo para cortar el cuello.
De hecho, tenían que blandir unas cuantas veces el hacha desafilada, por lo que
era más como un arma contundente, el cuello no podía ser cortado de una sola
vez.
El número básico de golpes eran cinco y a veces los sentenciados seguían respirando después de diez golpes.
No era un tipo de castigo que un ser humano pudiera soportar mentalmente.
― Oh... no...
El cuerpo de Iby se estremeció de miedo. Roseline se alegró al verla en ese estado, llevaba una máscara angelical y le susurró con más cariño que nunca.
― No te preocupes hermana, es
por eso que vine a ayudarte. Toma esto.
― ¿Esto es...?
Roseline le entregó una
botella de cerámica, como si se tratase de algo sumamente valioso.
Pronto, la voz de Roseline que sonaba dulce, más allá del afecto, llegó a los oídos de Iby.
― Es veneno de Belladona. Si lo bebes, dejarás de respirar rápidamente sin ningún dolor. ¿No sería mejor si murieras cómoda y humildemente, que decapitada y de una forma dolorosa?
El corazón de Iby se agitó ante el "buen corazón" de su hermana. Iby tomó tres respiraciones profundas antes de poder articular una palabra.
― Gra... Gracias, Rosie.
― No es necesario que me
agradezcas.
― Me disculpo por que tengas
que hacer esto con un niño en tu vientre. El resto..., Yo me ocuparé del resto.
Es mi elección beber el veneno, Rosie, así que no te sientas culpable.
― ...Por
supuesto, no lo haré.
Aunque la última respuesta
de Rosie fue confusa, Iby no lo notó. Fue a causa de que el tiempo de
encarcelamiento y el miedo a la inminente muerte debilitaron su atención y su
espíritu.
― Entonces, cuídate Rosie.
― Sí, hermana.
A pesar de despedirse, Roseline se quedó allí mirando a su hermana.
― Oye... ¿No vas a volver,
Rosie?
― ¿De qué estás hablando? ¿Cómo se supone que me voy a marchar cuando mi hermana aún no ha tomado el veneno?
Extrañamente, Roseline reaccionó impaciente y petulante.
― Alguien debería acompañarte durante tu muerte, hermana.
Roseline tomó el frasco e incluso ella misma sacó el corcho de la botella.
― Bébelo ahora, hermana... Vamos.
Como presionada por el
tiempo o como si su objetivo estuviera justo frente a sus ojos, Roseline empujó
el frasco en su dirección.
Iby hubiera sospechado en
este punto, pero no ahora, que había perdido la compostura.
De la botella con veneno, emergió un agradable y dulce aroma que atravesó su nariz. Era una esencia tan tentadora, que no podía contener sus deseos de beber.
Poseída por la mágica y seductora fragancia, Iby inmediatamente acercó sus labios a la boquilla de la botella. De un solo trago, el líquido marrón recorrió su garganta.
La botella cayó al piso con un ruido sordo. (nooooooo)
― ¡Ugh!
El veneno de Belladona, rápidamente se apoderó del cuerpo de Iby.
"Es muy rápido... Eso es bueno..."
De repente, sus ojos ámbar se volvieron turbios debido a la pérdida de visión, su respiración casi se detuvo y no pudo moverse.
Rosie se inclinó hacia Iby,
quien se veía aparentemente sin vida, pero realmente no lo estaba aún.
― Hermana, ¿Sabes cuál es el significado de Belladona?
Iby conocía la respuesta, el significado de estas flores que se usaban para hacer venenos eran,
"Te maldigo".
"¿Por qué estás hablando sobre los significados de las flores ahora...?"
En medio de su muerte, la curiosidad pasó por la mente de Iby.
Fue entonces cuando...
― ¿Estás muerta? ¿Moriste? Ahh, finalmente estás muerta.
Había un placer inconfundible en su tono de voz.
― Jajaja... Jajaja. Ya está hecho. Ya no habrá más distracciones porque estás muerta. ¡Soy solo yo ahora! Michael, ¡El asiento de la Emperatriz es todo mío! ¡¡JAJAJA!!
La salvaje risa de Roseline resonó por toda la prisión.
"¡¿Rosie...?!"
Fue solo entonces que Iby se
dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal.
No obstante, el veneno de Belladona no le dio más tiempo.
― Muchas gracias por morir, estúpida Iby.
Después de escuchar esa maliciosa y rencorosa despedida, el alma de Iby se separó para siempre de su cuerpo.
Su hermana le había tendido
una trampa, haciendo que se suicidara bebiendo veneno.
Esa fue la muerte de Ibyenrose Chloe Hadellamid, de 25 años.
Comentarios
Publicar un comentario
Escribe un comentario.