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Primeros Capítulos

La Princesa Controla al Traidor - CAPÍTULO 1

 

La flor de la prisión.

 

La familia Imperial Hadellamid estaba condenada. Fue arruinada por un acto de alta traición. Iby, la Séptima Princesa Imperial, pudo predecir fácilmente su destino. No era de extrañar que hoy fuese su día de ejecución.


"Haa, sabía que esto pasaría algún día."

 

La rebelión fue el resultado de la incompetencia de la Familia Imperial.  

 

La alquimia prohibida fue utilizada por todo su linaje real para establecer el poder absoluto de la Monarquía. Esto lo hicieron mediante la creación de "Homúnculos".


Los homúnculos eran seres humanos creados para nacer con un talento excepcional para la magia y el manejo de la espada.

 

Les lavaron el cerebro para que fueran leales a la familia Imperial y les sirvieran en misiones de todo tipo, todo esto con la excusa de perseverar la paz, el poder del Imperio y la prosperidad de los más adinerados.

 

Sin embargo, era común perder la vida luchando en el campo de batalla, o ser explotado como mano de obra en la mina de cristales de maná.

 

Aquellos que fueron reconocidos por su excelente talento y fueron nombrados Caballeros, tenían mejores condiciones, pero también debían hacer trabajos físicos como esclavos para todos los descendientes del Emperador.

 

El palacio los llamó "Caballeros de la Guardia Imperial" pero solo era un título vacío. Era una realidad absurda, por lo que era natural que los homúnculos le guardaran rencor a la

Familia Imperial.

 

Eventualmente, esto condujo a la traición.

 

"En ese entonces le pedí a mi padre que reformara el sistema de los homúnculos, pero él sólo escuchó a mi tercera hermana."

 

Desmond II había dejado la situación en estado crítico, pero Brigitte, la Tercera Princesa Imperial y sucesora al trono, hizo que la situación empeorara a un punto sin retorno: la rebelión. Desde que Brigitte comenzó a ejercer poder como Princesa Heredera, la explotación de los homúnculos se intensificó.

 

Aquellos que no pertenecían a los Caballeros de la Guardia Imperial y trabajaban fuera del palacio, fueron asesinados en peligrosas batallas disciplinarias, mientras que otros fueron forzados a hacer trabajos pesados en las minas, por otro lado, los homúnculos que se quedaron en el palacio tampoco tuvieron suerte, puesto que su orgullo fue pisoteado al ser obligados a formar parte del harem hecho por Brigitte.

 

Iby, quien no podía quedarse de brazos cruzados mirando, comenzó a investigar sobre los procedimientos para la excomunión de la Princesa Real. Sin embargo, Brigitte ya la tenía en la mira y la consideraba una molestia, por lo que había planeado deshacerse de Iby mediante un casamiento político con un reino lejano.

 

El matrimonio político era el obvio destino de la Ibyenrose, una mujer sin poder político. Sin embargo, esto no ocurrió. Esto debido a que “él” en tan solo una semana reunió a todos los Caballeros del palacio. Sin excepción, todos se unieron a la causa y se revelaron.

"Sir Agnit..."

 

La expresión de Iby se volvió amarga. El traidor, Michaelis Agnit, era el "Rey de los homúnculos".

 

Nació con la capacidad de anular el lavado de cerebro de obediencia Imperial y reinar como un gobernante absoluto sobre los suyos.

 

Le cortó el cuello a Desmond II, quien pensaba le había lavado el cerebro y se descuidó sin sospechar nada y así Michaelis Agnit se convirtió en el nuevo Emperador del Imperio.

 

 El nuevo Emperador ordenó la purga de todo el linaje de la familia Hadellamid. Incluso a aquellos que ya se habían casado, sin excepciones. Aunque alguien tuviese tan solo una pizca de sangre real corriendo por sus venas, era ejecutado.

 

Esto sólo dejó en evidencia, cuánto odiaba el nuevo Emperador a la familia Imperial, que por muchos años había pisoteado a su gente. Iby, que estaba próxima a ser ejecutada debido al karma de la Familia Imperial, suspiró con remordimiento.

 

"Haa... De haber sabido que esto pasaría, hubiera preferido ponerlo todo patas arriba hasta convertirme en la Princesa Heredera."

 

Pensó que el trono era una posición a la que no debía aspirar, pero ahora que la familia Imperial estaba arruinada, parece que ellos se habían subestimado a sí mismos.

 

"Si me hubiera convertido en la sucesora al trono, al menos no lo habría arruinado como mi tercera hermana.”

 

Había pensado eso más de mil veces durante el último mes, había analizado todas las posibilidades y esto le dio a Iby una gran determinación política muy inteligente.

Si le dieran una segunda vida, confiaba en que podría entrar a la batalla por la sucesión al trono y con seguridad, ganar. Por supuesto, tan solo fue un pensamiento inútil ahora que estaba próxima a morir.

 

Iby escapó de su autoengaño y se enfrentó a la realidad.

 

"Pronto, Roseline será el único miembro que quedará de la Familia Imperial”

El nuevo Emperador decidió mantener viva a una Princesa y casarse con ella.

 

Esto era debido a que hacerse cargo del imperio como dote nupcial era la forma más pacífica de tomar el poder. Además, el símbolo del imperio "La Piedra Filosofal" sólo reaccionaba a la sangre de la Familia Imperial.

 

Para obtener el poder de la Piedra Filosofal, el nuevo Emperador necesitaba una mujer con la sangre de la familia Hadellamid. Desafortunadamente, Iby no tuvo la oportunidad de ser salvada dado que ella no tenía la imagen de una mujer obediente y estúpida que el Emperador necesitaba.

 

El nuevo Emperador eligió a Roseline, la Octava Princesa Imperial que estaba tan enamorada de él que podría haberle regalado sus entrañas si él lo pedía.

 

"No quería que ella tuviera que sobrevivir de esta manera en primer lugar. Si de algo me arrepiento, es de no haberme convertido en la Princesa Heredera."

 

De repente, escuchó pasos en el pasillo.

 

"¿Quién puede ser a esta hora?"

 

Pronto, la silueta de una persona que parecía fundirse con la oscuridad, apareció.

 

Estás despierta, Séptima Princesa.

¿Sir Agnit...? dudaba de lo que veía, sin embargo, tenía razón.

 

Un hermoso hombre de cabello negro, vistiendo un sobrio uniforme de Caballero, pero aun así con una deslumbrante atmósfera emanando de su cuerpo.

 

Un hombre así era único en todo el Imperio.

 

Michaelis Agnit.

 

El Caballero personal de su media hermana, la Octava Princesa Imperial, Roseline.
Un traidor que ahora tenía la posición de Soberano y que podía controlar el Imperio con sus propias manos, estaba frente a ella.

 

Te ves como si nunca me hubieras visto antes.

 

Michael, que una vez tuvo que servir a todos los miembros de la familia Imperial con gran cuidado, ya no respetaba a Iby como Princesa Imperial.

 

Gracioso.

Michael abrió la puerta de cristal y entró sin dudarlo.

 

¿Qué sucede, Lord Agnit?

Vine aquí para asegurarme de que estaba bien, Séptima Princesa.

 

No era digno de preocuparse por la seguridad del otro. Probablemente sólo quería ver la condición del criminal condenado antes de su ejecución.

 

Iby, que no tenía ninguna intención de cumplir con sus expectativas, respondió con una sonrisa en sus ojos:

 

No tenías que hacer tiempo para visitarme tan temprano. No ha pasado mucho desde que obtuviste el Imperio. Un hombre que apenas ha estudiado el imperialismo, ha ascendido repentinamente a la posición de gobernante.

Ahh, todo ha estado alborotado durante el último mes. Solo he tenido esta oportunidad para venir a verte.

 

Los comentarios sarcásticos fueron demasiado débiles, pero la respuesta de Michael fue clara.

 

Según lo que escuchó, podría traducirse como un "lo siento por venir tarde".

Iby sintió que su estado de ánimo había tocado fondo a pesar de la actitud de Michael, puesto que no valía la pena burlarse de él.

 

No puedo creer que estés aquí para verme. De todas formas, no necesito el cuidado de Lord Agnit.

Ella expresó su rechazo, pero Michael no retrocedió, al contrario, se acercó un paso más.

 

Iby.

 

Ella se sobresaltó, fue la primera vez que era llamada por su nombre o apodo. Era demasiado pronto para asombrarse porque le hablasen informalmente. De repente, Michael se inclinó sobre el respaldo del sofá de madera donde estaba Iby sentada, él encorvó la mitad superior de su cuerpo.

 

Un hermoso rostro se acercó de repente a la nariz de ella.

 

Debes estar bastante molesta por estar encerrada. Puedes culparme tanto como quieras por tu situación, pero eso no significa que no tenga algo que decirte.

Ahora que lo sé, espero que podamos hablar con un poco más de distancia...

Séptima Princesa Ibyenrose, debiste haberme elegido a mí, ¿No crees?

¿Qué? Iby se preguntó por qué había dicho eso de la nada.

De haberme elegido como tu Caballero Personal, esto no habría sucedido. gruñó Michael a la avergonzada Iby.

 

Iby abrió mucho los ojos al escuchar palabras que nunca había imaginado oír. La familia Imperial elegía homúnculos de entre los Caballeros de la Corte Real como sus Caballeros personales.

 

Cada Caballero Personal debía servir con absoluta lealtad al Príncipe o Princesa que lo elegía.
El sistema de Caballeros Personales parecía muy romántico a primera vista, pero la familia Imperial podía cambiar a su Caballero personal en cualquier momento, por lo que a menudo eran tratados como objetos consumibles.

 

Por lo cual, Iby rechazó el sistema y nunca tuvo un Caballero Personal en toda su vida.
Gracias a eso fue criticada por su familia, por ignorar la tradición de la Familia Imperial. Mientras que la Octava Princesa, Roseline, estaba enamorada de Michael y lo eligió como su Caballero personal, desechando a quien ya tenía en ese entonces.

 

Y ahora que Michael estaba en el poder como Emperador, Roseline podía evitar la ejecución como recompensa por ser usada, debido a que posee la sangre de la familia Imperial que el nuevo Emperador necesitaba.

 

"De hecho, estabas planeando usar a mi media hermana desde el principio." No es que la Octava Princesa eligiera a Michael, fue él quien eligió a Roseline ya que era la más fácil de usar, eso se acercaba más a la verdad.

 

Michael.

 

Él la llamó por su apodo primero, así que Iby también lo hizo. 

 

¿Dices que todo lo que tenía que hacer era elegirte?

 

Iby soltó una carcajada.

 

— Sí. Si hubiera interpretado el papel de Rosie, al menos de esa forma habría salvado mi vida como ella ahora. Michael, tendrías que haber elegido a Rosie de todos modos, porque ella estaba cegada por el amor y tú sólo necesitabas a una estúpida Princesa que hiciera todo lo que tú querías.

 

...No lo negaré.

 

Iby obtuvo una ligera confesión, sonrió satisfactoriamente y dijo:

 

Así es, deberías haber perfeccionado tu encanto lo suficiente como para seducirme.
Haa...

 

Fue una pequeña provocación, pero extrañamente funcionó. Michael, que generalmente no mostraba sus sentimientos, parecía estar de mal humor ahora.

 

Tú, eres tan...

 

Iby estaba esperando cierto grado de agresividad, pero las palabras que él agregó con una leve sonrisa no fueron las esperadas.

 

Eres una mujer difícil.

 

Solo entonces Michael se apartó un poco de Iby.

 

Fue en ese instante cuando se escucharon unos apresurados pasos a lo lejos. Pronto un soldado entró con prisa y le informó a Michael:

 

¡Su Majestad! La dama, digo, su Alteza lo está buscando.

¿Qué está pasando? Si no es urgente, dile que espere.

Esto... creo que hay algo mal con el bebé en su vientre...

 

Su conversación fue escuchada por Iby.

 

"¿Bebé?"

 

Michael mostró su vergüenza acercándose más al subordinado.

 

... La sangre de la familia Imperial es valiosa, debería irme. Te veré después, Iby.

Michael abandonó el lugar con una expresión de fastidio.


 



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