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Primeros Capítulos

La Princesa Controla al Traidor - CAPÍTULO 6


Las ambiciones de una mujer en su segunda vida. 2

  

Iby dejó a un lado su taza de té vacía para beber agua.

Cedella en vez de recoger la mesa añadió en un tono triste. 

¿Pero sabe? Hay muchos homúnculos a los que les encantaría ofrecerle su lealtad, Alteza Ibyenrose.
¿Quieren ser el Caballero Personal de una Princesa sin poder como yo? De ninguna manera. Suena más como un rumor del Hadellum Times.

No es ningún rumor del periódico, es solo lo que siento, veo y oigo. Mi señorita tiene una reputación muy buena entre los homúnculos. 

Ahh, como se esperaba de mi dama de honor Cedella. Realmente lo das todo por sentado.
Le digo que no...

Eres verdaderamente única, realmente debo ser buena contigo en el futuro, Cedella. Si me vuelvo popular en el futuro, te compraré una casa, te daré un cargo alto y destacado en el palacio y te encontraré un maravilloso marido. ¿Me crees? Solo espera un poco.

Su Alteza, sea un poco más seria, no estoy bromeando. Es en serio.

Yo también hablo en serio. 

De alguna manera su sinceridad no pudo llegar al corazón de la otra. Cedella parecía frustrada y triste, finalmente dijo lo que tenía en mente. 

Sería bueno si mi señorita pudiera tener un Caballero Personal... ¡Ups! Lo siento, Su Alteza. Sé que no le gusta que hable de este tipo de cosas, pero yo...

Está bien. dijo Iby sacudiendo la cabeza. 

No era porque estuviera determinada a ser flexible. Incluso antes de volver en el tiempo no se hubiera enojado con Cedella.

Sé que siempre te preocupas por mí, Cedella. Disculpa por ser tan terca.

Su Alteza... 

Para Iby, su sirvienta privada era extraordinaria. 

Cedella fue la única que se mantuvo a su lado a pesar de los sufrimientos y las dificultades en el palacio debido a Iby. Su posición en el palacio era muy mala. Esto se debió principalmente al origen de nacimiento como Princesa. La madre de Iby era una alquimista plebeya que no pertenecía a la Asociación de Alquimistas Imperiales, vivía aislada tranquilamente en el bosque y fomentaba el alquimismo. 

De haber continuado afinando sus habilidades en el bosque, probablemente habría estado entre los sabios, pero desafortunadamente captó la atención de Desmond II que se encontraba haciendo una inspección, convirtiéndose en la Novena Emperatriz. 

La sociedad aristocrática no la veía con buenos ojos, ya que no pertenecía a la Asociación de Alquimistas Imperiales y tampoco provenía de una familia noble, sino que de la selva tropical rural.

Eventualmente, la madre de Iby no pudo soportar la frustrante vida del palacio y falleció antes de que la Princesa cumpliera los 7 años. La pequeña Iby, quien perdió a su madre, se vio en la obligación de trabajar duro desde joven. 

Si sus orígenes fueran el único problema, habría sido ignorada, pero no fue así. La Novena Emperatriz era una líder de la academia Golem y era una persona que atesoraba todo lo que tuviese conciencia y autorreflexión. Al crecer bajo la influencia de su madre, Iby pudo darse cuenta de que los homúnculos no eran diferentes de los humanos. 

Pero para su familia, los pensamientos de Iby nunca fueron una virtud. 

Aunque ella habló sobre los homúnculos, pidiendo que se mejorara el trato de los mismos y rechazó las importantes tradiciones Imperiales como el nombramiento de un Caballero Personal, solo se convirtió en una piedra en el zapato para la Familia Imperial. 

No solo fue despreciada por toda su familia, sino que también por los funcionarios del mismo Palacio Imperial. 

Cada vez que los funcionarios otorgaban el presupuesto para los miembros de la realeza, ella terminaba viviendo con un presupuesto básico, por lo que debía llevar una vida moderada para poder mantenerse con vida en el palacio. 

“¡Ah! Pensándolo bien, ¡He hecho pasar a Cedella por mucho!” 

Iby quien disminuyó su propia fortuna a causa de su terquedad pensó que debió ser frustrante ante los ojos de su sirvienta.  De haber elegido un Caballero Personal y seguido las tradiciones de la Familia Imperial podría haberse ganado el favor de su padre, Desmond II y disfrutar de sus derechos como Princesa Imperial. 

“Hubo muchas familias de la realeza que codiciaban tener a Cedella.” 

Reconocida por manejar los aposentos de la Séptima Princesa Imperial casi sola, Cedella recibió muchas solicitudes de otras damas que querían contratarla, inclusive del Emperador, pero ella permaneció junto a Iby hasta el final. 

Con ella, que se mantuvo firme a su lado, Iby pudo resistir en el palacio. 

“No tengo la intención de volver a hacer lo mismo de antes, por supuesto.”

Iby aprendió de su dolorosa vida pasada que lo correcto y lo sabio pueden ser cosas diferentes.

Si todo se repetía, no tenía sentido haber tenido que pagar un alto precio al final. 

En su vida pasada, Cedella terminó sufriendo bastante. 

Después de que confinaron a Iby en una prisión secreta debido al colapso de la Familia Imperial, la Séptima Princesa no pudo volver a encontrarse con su sirvienta de nuevo. 

Cedella no fue ejecutada, pero si fue expulsada del palacio.

Fue una suerte que haya sobrevivido, pero su corazón se agitaba pensando en Cedella sufriendo y deambulando por ahí por haber sido expulsada del palacio. 

Iby, cuyos recuerdos le trajeron amargos remordimientos tomó una de las manos de su joven sirvienta y la sacudió.

Realmente te daré una buena vida.

¿Su Alteza?

En serio. Lo juro.

Ah... Hmm... Gracias. Pero, Alteza.

¿Qué, Cedella?

Debe saber que, si usted vive bien, yo también viviré bien. 

Iby, que estaba tratando de impresionar a Cedella sintió que la estaba atacando nuevamente con su lealtad. Por alguna razón, sintió que iba a llorar en cualquier momento, sin embargo, respondió con una gran sonrisa. 

¿Es así? Entonces vivamos una buena vida juntas, Cedella.

¡Sí, Su Alteza!

Iby comenzó su aseo matutino. 

No había tocador en su habitación, por lo que se lavó la cara ahí mismo. Antes de elegir el vestido y los accesorios, Iby decidió confirmar una cosa con Cedella. 

¿Quién más irá a presentar sus saludos matutinos a mi padre hoy? 

Al Emperador de Hadellamid se le permite elegir entre la poligamia y la monogamia. es por eso que el particularmente enérgico Emperador Desmond II ya tenía 18 hijos; 10 mujeres y 8 varones. 

Dado que era demasiado complicado reunir a sus 18 hijos a la vez, solían dividirse en grupos de cuatro o cinco al azar cada semana para luego decidir un horario de visitas matutinas entre semana.

Iby necesitaba hacer una solicitud para encontrarse con Desmond II. 

Sin embargo, sin importar que fuese la hija del emperador hubiera tenido que esperar bastante para que aprobaran su solicitud. Por lo que la visita matutina era la mejor oportunidad para verlo.

Cedella respondió: 

Aparte de usted, irá el Cuarto Príncipe con su gemelo el Quinto Príncipe, también la Tercera Princesa y la Octava Princesa.

Eso es bueno... espera. ¿La Tercera y Octava Princesa?

Así es. 

No había problema con los dos gemelos, pero el resto de la alineación no era buena. Brigitte, quien destruyó el país con la formación de un harem tan pronto fue coronada como Princesa Heredera y Roseline, la Octava Princesa Imperial que envenenó a lby con Belladona.

Ambas eran desagradables oponentes. 

“¿No es extraño tener que encontrarme con esas dos? Ah, cierto. Debe ser ese día.” 

Acababa de recordarlo. 

Una semana antes del cumpleaños de Roseline, seguía siendo uno de los peores recuerdos de Iby. Brigitte, la Tercera Princesa Imperial, no escatimó esfuerzos para congraciarse con Desmond II para poder ser coronada como Princesa Heredera. 

Fue el día donde Brigitte engañó a Iby y la utilizó a fondo para mostrar sus habilidades.
En ese entonces, Desmond II estaba tan preocupado que se quejó de dolores de cabeza debido a la disminución de la cantidad de piedras de maná extraídas. 
 

Brigitte sacó a relucir el tema y sugirió una gestión más estricta de las cuotas de los trabajadores mineros como una solución a corto plazo. Los que estaban a cargo de la mano de obra minera eran los homúnculos de menor grado, comúnmente llamados fallados. 

Iby no podía simplemente escuchar e ignorar las palabras de Brigitte que estaba tratando de exprimir aún más a los trabajadores. 

La Séptima Princesa, quien era directa y no tenía tacto, refutó los comentarios de Brigitte y expresó su opinión de que era necesario mejorar el trato hacia los homúnculos. 

Luego, Brigitte interpretó las palabras de Ibyenrose con malicia, convirtiéndola en una mujer que ignoraba la tradición Imperial. 

Además, como faltaba tan solo una semana antes del nombramiento del Caballero Personal de Roseline, esta se unió y había comenzado a lloriquear diciendo: 

" ¿Así que estás diciendo que yo también soy una mala persona que explota a los

homúnculos?"

Debido a eso, la atmósfera se salió de control. 

Desmond II, cuya cabeza estaba plagada de dolor, no quería escuchar más controversias, y las tornasoles lágrimas de La Rosa Blanca del Imperio fueron suficientes para convertir a Ibyenrose, en una malvada mujer al instante. 

El Emperador le ordenó a Iby que regresara a sus aposentos sin siquiera tener la oportunidad de suplicar. Simplemente fue expulsada. 

No solo fue humillante, sino que también sirvió para que Iby perdiera completamente el favor de su padre. 

También fue uno de los factores que hicieron que el sensible Emperador llevase a cabo una política equivocada. 

“Sí. Sería extraño que el día en que regresé no fuera un punto de inflexión importante en la historia.” 

No era solo un saludo matutino, sino algo de suma relevancia en su vida. El semblante de Iby se puso tan serio como el rostro de alguien que va a luchar contra el enemigo.

Wow, me pregunto, ¿qué debo hacer?

Yo sé que hacer, Su Alteza.

¿Huh? 

Como si estuviera pensando en algo, Cedella sonrió ampliamente y le mostró su vestido más colorido.

Debe vestirse maravillosamente.




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