Las ambiciones de una
mujer en su segunda vida 6.
― Ah, ejem...
Había cosas que no podías decir, incluso si eras ignorante en el tema. Si un alquimista hubiera presenciado la escena, podría haberse sentido insultado por los comentarios dichos en la mesa. (desde luego, Rosie es una ignorante)
Efectivamente, no solo Iby,
también Brigitte estaba mirando la taza de té con ojos fríos,
Rubens e Ikalis estaban sudando.
Desmond II abrió y cerró la boca repetidamente durante largo tiempo, sin poder controlar sus expresiones faciales. Al final, habló con una sonrisa vergonzosa.
― Jajaja, Rosie... Estoy
consciente de mis molestias. Pero no creo que sea un buen momento para reunir
lavanda, así que no tienes que caminar por el jardín por nada.
― ¡Ups! Bu-Bueno, deben haber
florecido en el invernadero, ¿verdad? Las recogeré para ti.
― Está
bien, no me importa.
― De acuerdo...
Como era la hija favorita de Desmond, no pasó a mayores. Si hubiera sido Brigitte o Ibyenrose, se habría puesto furioso.
Rubens se adelantó para cambiar de tema. Justo a tiempo había algo bueno de lo que hablar con los demás.
― ¡Ah, sí! Ahora que lo
pienso, ¡Pronto será el cumpleaños de Rosie!
― Oh, por Dios hermano Rubens,
lo recordaste. Finalmente cumpliré 16 la próxima semana.
― Entonces
finalmente elegirás a tu propio Caballero Personal. Todos los nobles estarán
expectantes. ¡Serás la verdadera gloria del Imperio!
― Ah, hermano, eres tan... Es algo que todos en la Familia Imperial deberían hacer.
Roseline era tan amable como la vez que le pidió a su padre hacer un gran banquete de cumpleaños. Entonces puso una cara de preocupación y le dijo a su padre:
― Padre, de hecho, estoy un
poco preocupada por la ceremonia de elección de Caballero Personal.
― ¿A
qué te refieres con estar preocupada?
― Me temo que no poseo talento
para la alquimia o la magia. No estoy segura de poder imprimar a un homúnculo.
― No tienes nada de qué
preocuparte, Rosie. La Sangre Imperial nos da suficiente control para imprimar
a un homúnculo.
― Pero cuanto mejor sea el
homúnculo, más talento es necesario. ¿Qué pasa si fallo? No puedo dormir estos
días por pensar en eso.
― Ah, incluso si fuese así, estaría bien.
Tan pronto como Desmond mostró compasión, los ojos rubí de Roseline brillaron encontrando una oportunidad. Se lamentó mientras se tapaba la boca con un lastimero gesto.
― Ah, mi hermana Iby nunca tendrá que preocuparse sobre esto...
Era obvio de que estaba
tratando de atraer la atención de Iby, quien se había quedado quieta.
La Séptima Princesa Imperial, que desafiaba la
tradición familiar al no haber elegido un Caballero Personal después de un año
de haber cumplido los 16.
Sería fácil atacarla si mencionaba esto ahora. Efectivamente, la alegre atmósfera que estaba en la mesa, se tornó fría.
“Justo a tiempo. Muchas gracias, Rosie.”
Todos los que estaban sentados alrededor de la mesa miraron a Iby.
Ya había tenido suficientes ojos encima en su anterior vida, pero aún la miraban fríamente y le dolía. Desmond II habló en voz baja.
― Sí, el talento de Iby es
sobresaliente. Incluso sé que, si quisiera, podría tener tres Caballeros bajo
su control.
― ¿Ah, en serio? Como era de
esperarse, ¡Iby es increíble!
― Wow... Tiene un gran
potencial. Me pregunto por qué no ha elegido un Caballero Personal.
Finalmente, Desmond dejó
escapar un largo suspiro. Se apretó la sien por si el dolor de cabeza
regresaba.
― Iby, me gustaría que no
ignoraras las tradiciones Imperiales. Pero cada vez que pienso en ello me
siento tan frustrado. Has heredado un gran don de alquimista de mi parte y se
está desperdiciando. Ugh. La ceremonia de elección de Caballero Personal es una
tradición de la Familia Imperial Hadellamid que se ha mantenido durante miles
de años y tú eres la única que lo ha rechazado. ¿No crees que es algo inusual
para alguien de la Familia Imperial?
―...Padre.
― Uh...
No, está bien. Suficiente. Ya sé lo que responderás.
Desmond estaba tratando de
seguir adelante sin tener que darle una advertencia a su hija debido a su
sinceridad por traerle té medicinal. Tomó el té de un trago y gruñó con desaprobación.
― Dirás que no de todas
formas. Eres tan terca como tu madre.
― No es así, Padre.
― ¿Qué?
Que Iby lo negara era impensable. Sorprendido, Desmond observó directamente a Iby.
― ¿No es así?
En el interior, Iby le
agradeció a Roseline. “Rosie, aprovecharé la oportunidad que me diste.”
Una calmada voz salió de los labios de Ibyenrose.
― Padre. He estado pensado
sobre ello, pero creo que tenía una mentalidad negativa. Le he dado a mi Padre
muchas preocupaciones por ir en contra del sistema para proteger mis propias
creencias. Así que anoche reflexioné bastante.
― ¿Huh? ¿Qué?
Tump.
Iby se levantó abruptamente
sin la ayuda de un sirviente. Agarró ágilmente el dobladillo de su vestido y
presentó sus respetos inclinando sus rodillas. Luego dijo cortésmente:
― Me gustaría tener un
Caballero Personal ahora, Padre.
― i...!
Los ojos de todos los que estaban en el Salón Esmeralda se abrieron como si estuvieran a punto de salirse de sus cuencas.
Cedella no fue la excepción, por lo que casi rebalsa la taza de té de Brigitte. El Emperador sospechaba que lo que escuchó eran alucinaciones auditivas.
Las expresiones de Brigitte, Roseline, Rubens e Ikalis no fueron muy diferentes. No fue hasta un momento después que se escuchó la voz temblorosa de Desmond.
― Uh... Iby, vas a... uh, hmm,
quiero decir... ¿Vas a elegir un Caballero Personal?
― Sí, Padre.
― ¿E-Estás segura? ¿No estás
bromeando conmigo?
― Sí, Padre. Estoy segura. Me
gustaría elegir un Caballero Personal.
― Huh...
Los ojos azul grisáceo de Desmond estaban desconcertados. Después de estar paralizado durante mucho tiempo, miró a Iby y dijo con calidez.
― ¡Iby! ¡Finalmente has
madurado!
― Perdona por haberte
preocupado antes, Padre.
―Sí,
es bueno que hayas cambiado de opinión ahora. Levanta tu cabeza y ven a
sentarte.
Sentémonos y conversemos
sobre eso.
― Muchas gracias, Padre.
― Fue una serie de eventos.
¡Pero diste el paso!
El Emperador estaba listo para saltar de alegría. Por supuesto, sus hermanas y hermanos se sentían de una manera diferente. En particular Roseline, quien solo quiso criticar a Iby, estaba muy avergonzada.
“¿Po, Por qué está actuando tan extraño?”
Desmond se acercó aún más al lado de Iby para preguntarle de esto y aquello.
― ¿Cuándo planeas hacer la
ceremonia?
― Si me lo permite, me
gustaría hacer una pequeña ceremonia hoy. De todos modos, no es un ritual que
requiere mucha preparación para mí.
― ¿Pero no te molestaría que
fuese tan informal?
― No. El cumpleaños de Rosie
es la próxima semana. Creo que es correcto celebrar una ceremonia lo más
silenciosa posible para que la gente pueda centrarse en la ceremonia de Rosie.
― Tienes
un muy buen corazón para ayudar a tu hermana.
Con la interpretación de Desmond, Iby mantuvo su rostro inexpresivo.
― Con el debido respeto, pero
solo puedo pensar en Roseline. Ella es una mujer que es amada por toda la
gente. Usar la popularidad de Rosie tendrá un gran efecto en crear un público
favorable a favor de la Familia Imperial. Esto tendrá un impacto largo y
positivo en tu gobierno. Es por esa razón que pensé que debía evitar distraer a
los demás con mi repentina ceremonia y promover la ceremonia de Roseline como
un evento Imperial que merece gran publicidad. (Te aplaudo mi reina)
― Ah, ¿Eso es cierto? Iby,
ahora veo que no tan solo eres una persona dulce, eres buena en la política.
― Me siento halagada, Padre.
La expresión de Desmond estaba más allá de la satisfacción, estaba mirando a la hija más inteligente y leal en el mundo.
― Sí, sí, es admirable. Pero
para elegir que la ceremonia se realice hoy, ¿Eso debe significar que ya te
decidiste por el homúnculo que será tu Caballero Personal?
― Sí, tengo un homúnculo en
mente.
― ¡Juju...!
Una interesante exclamación salió de la boca de Desmond II. El Salón Esmeralda estaba lleno de curiosidad.
― ¿Quién es? Dímelo, Iby.
Finalmente había llegado el momento de decir Su nombre. Iby estaba nerviosa y sin darse cuenta respiró profundamente. Abrió la boca con Desmond mirándola fijamente.
― Quiero a Michaelis Agnit.
― ¿Huh? ¿Quién es ese?
Desmond parecía no saberlo.
“Ups, ahora estoy en el tiempo antes de que
Michael entrara al Palacio.”
Nadie podría haber sabido su nombre del tipo que estaba encerrado en una prisión. Como tal, Iby no tuvo más remedio que nombrarlo de otra manera. Entonces, aunque no eran palabras lindas, tuvo que decirlas en ese momento.
― Hmm, quiero decir... el
monstruo de la prisión flotante.
― ¡...!
Iby miró alrededor de la mesa después de terminar de pronunciar su frase. Estaba más avergonzada que cuando declaró que elegiría un Caballero Personal. Al ver a Iby después de decir esas palabras, su rostro se tornó rígido.
Los labios de Desmond formaron una sola y rígida línea. La primera persona que dijo algo fue Rubens, que se había dado cuenta del estado de ánimo. Él no dudó en señalar a Iby.
― ¡Qué demonios estás
pensando, Iby!
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Yanci: Yo si hubiera sido Iby, hubiera robado a Sylvestian y a la vez pedido a Mikael, es mi humilde opinión. 🤭
Comentarios
Publicar un comentario
Escribe un comentario.