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Primeros Capítulos

Tomando al Príncipe de un País Enemigo como Caballero - CAPÍTULO 8


― Entonces tal vez… La princesa me ha tratado bien a mí, un simple caballero, desde que me vio.

Tienes que ser desvergonzado.

― Sí. Porque pensé que él había vuelto.

―…

Se quedó sin palabras, como si estuviera absorto en algo.

Hagámoslo más interesante.

― ¿Puedo llamarte así solo una vez?

―…

―…, Hermano.

―…

Expulsé el sonido más desgarrador que pude emitir. No me olvidé de entrecerrar los ojos y mirarlo como si fuera a llorar.

Respiró profundamente hasta que se le hinchó el pecho y luego rápidamente giró la cabeza.

¿Qué? ¿Es contraproducente? ¿Fue demasiado?

Estaba empezando a sentirme un poco confundida porque no sabía qué más hacer.

Después de mucho tiempo, finalmente abrió la boca.

― Está bien.

―…

Unos ojos decididos me miraron directamente.

Parece que aceptó.

<<Como era de esperar, la mentira es un poco divertida>>

Supongo que simplemente tengo que seguir adelante con confianza. Aprendí algo malo.

Me sentí aliviada por haber logrado mi objetivo.

― Entonces, Su Alteza… ¿Qué quieres que haga por ti y cómo quieres que lo haga? (házmelo sabroso XD, ja,)

“¿No lo sabrías tú mejor que yo?, Dijiste que tenías una hermana menor”.

Por supuesto, no podía decir eso, así que hice lo mejor que pude para sacar a relucir el concepto de hermana que se había establecido dentro de mí.

― Cuando estemos solos, por favor llámame Sasha. Mi hermano me llamaba por mi nombre.

― ¿Cómo me atrevería a llamarla así a Su Alteza la Princesa?

― Si no ibas a llamarme así, ¿por qué preguntaste?

―…

Él fingió estar arrepentido, pero sus ojos estaban nublados por la culpa.

Me di cuenta una vez más de que realmente soy la hija de un loco.

Si engañas a una buena persona hasta ese punto, sería normal que te remuerde la conciencia y no puedas respirar, pero ahora mismo tenía más curiosidad por ver su reacción.

Apenas logré dominar la sangre del tirano loco que fluía por mi cuerpo y abrí la boca.

― Bueno. Si no quieres hacerlo…

― Sasha.

―…

Me estremecí sin darme cuenta.

Como si pensara que no lo había escuchado, me miró directamente a los ojos y volvió a pronunciar el nombre con la punta de la lengua.

― Sasha.

―…

No creo que sea bueno para mi corazón. Me llevé la taza a los labios para ocultar mi agitación.

Sólo después de respirar profundamente, simular tragar el té y suspirar, fui capaz de encontrar una respuesta apropiada para este juego de roles.

― Sí, hermano.

―…

Después de eso, él y yo no hablamos por un rato.

Fue el primero en romper esta atmósfera incómoda.

― Detengámonos aquí por hoy.

― Sí.

― Cumpliré con mi deber cuando estemos solo.

― Está bien. Ahora que lo pienso no he oído tu nombre. ¿Cómo debo dirigirme a ti?

―… Ahora que me he convertido en el caballero de Su Alteza la Princesa, me gustaría abandonar mi pasado y recibir un nuevo nombre. Por favor llámame como quieras.

Entonces.

― Sir, Regen.

―…

― Es el nombre de mi hermano.

Entre los sesenta y siete príncipes muertos, debe haber al menos uno que se llamara Regen.

Sus labios sonrieron reflexivamente. Pregunté antes de que pudiera plantear alguna objeción.

― ¿Hay algún problema?

―…, No.

― Excelente. Entonces te llamaré, ¿Regen Kyung?... ¿Regen Orabeoni?... Regen.

―…

Parecía sentirse sofocado, así que tomó la taza que tenía frente a él y tomó un sorbo de su bebida.

Me encantó la vista.

―… ¿Por qué me miras así?

― Lo bebiste.

¿No es esto una prueba de que tienes la voluntad para seguir viviendo?

Pude hacer comentarios en un ambiente mucho más cómodo.

― Bueno entonces, ¿comamos?




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