La Princesa Controla al Traidor - CAPÍTULO 16

 

Poseer al Rey de los homúnculos 6.

Incluso después de esperar por un momento, no pudo sentir una sensación de entumecimiento en ninguna parte de su cuerpo, por lo que Iby levantó la mirada con cuidado. 

Se encontró con los ojos violetas de Michael. Sorprendentemente, la mantuvo firme con un brazo. La otra mano sostenía las barras de hierro para evitar que se cayeran de la prisión que estaba inclinada.

“¿Eh? ¿Sus manos?” 

Las manos de Michael, que hace un momento estaban esposadas, estaban libres.

Las esposas también sirvieron como una restricción del circuito de maná, por lo que parecían haberse roto por la reacción a la ceremonia de juramento de lealtad o imprimación.

El cabello de Michael se volvió negro rápidamente cuando el maná, que había sido bloqueado, volvió a conectarse. 

Kiik 

La jaula que estaba inclinada hacia un lado comenzó a balancearse como un columpio hacia el otro lado.

Michael abrazó a Iby como si la estuviera protegiendo con la espalda apoyada en los fríos barrotes de hierro para su seguridad.

Bajo la protección de Michael, que actuó con mucha naturalidad, sin saberlo, Iby se sonrojó levemente enrojeciendo las puntas de sus oídos.

“¡Nunca había visto algo como esto antes!” 

No fue hasta que la prisión flotante se detuvo por completo en su posición original que Michael aflojó sus brazos alrededor de Iby.

Iby se apresuró a escapar de los brazos de Michael. Michael no pareció muy impresionado.

Antes de que se diera cuenta, Michael, quien tenía el cabello completamente negro, abrió la habló con indiferencia.

― Parece que has tenido éxito.

― ¿De verdad? 

El contacto desenfrenado de hace un instante voló rápidamente fuera de la cabeza de Iby.

Iby fulminó con la mirada a Michael, y él le dio calmadamente un fundamento para juzgar su éxito. 

― Me siento extraño.

― ¿Qué tan extraño?

― Mi cuerpo se mueve por sí solo. Cuando reconoce una situación en la que es probable que te lastimes, mi cabeza parece reaccionar primero sin un momento para juzgar la situación.

Fue una reacción natural después de que se haya completado la imprimación. La confesión de Michael demostró, sobre todo, que la ceremonia de juramento de lealtad fue un éxito. 

Michael parecía sentirse incómodo con sus obligaciones que prevalecían sobre su propia voluntad. Con cara de confusión, le pregunto a Iby. 

― Me siento así, ¿no sientes nada?

― Uh. No siento nada como eso. ― respondió ella con un tono de disculpa.

La imprimación tuvo una gran influencia solo en la figura sometida, y la persona que realizo el ritual tenía la característica de que no tenía idea alguna de que era lo que sentía la otra persona. 

Michael continuó hablando de manera indiferente, como si supiera que iba a ser así. 

― ¿Tengo que prestarte atención unilateralmente? La imprimación es un contrato muy injusto. Tendré que quitarme de la cabeza que un Caballero Personal es un esclavo. Esto no es para nada lo que haría un esclavo. No puedo creer que ahora tenga miedo de que mi propietaria se lastime.

― ¿Propietaria? ¿Te refieres a mí?

― ¿Por qué preguntas algo tan obvio? 

Iby miró a Michael con emoción durante unos minutos.

“Realmente tengo a Michaelis Agnit como mi Caballero Personal.”

Sentó las bases para su nueva vida. Esto previno principalmente la posibilidad de una rebelión.

“¡Madre, lo hice...!”

Con el talento y los bienes heredados de su madre, logró tener éxito, por lo que por supuesto esta alegría hizo que estuviera profundamente agradecida con su madre.

Poco después, Iby sintió que su tensión se aliviaba y sentimientos de debilidad la empujaban. Su fuerza física era pobre, y sus piernas se cansaron porque sacó todo su poder hasta el fondo para lograr la ceremonia de marcado. Iby se dejó caer al suelo.

Michael estaba muy avergonzado y se acercó a Iby.

― ¿Qué? ¿Qué sucede?

― No es nada. Solamente estoy algo cansada.

― ¿Algo cansada? Eso fue agotador.

― Se necesita más energía de la que pensaba para llevar a cabo una ceremonia. Esta vez, he derramado todo mi maná.

― Ah, ahora que lo pienso. Escuché que los humanos son más débiles que los homúnculos. Ahora lo veo. 

Michael habló sin una pizca de malicia y extendió su mano hacia Iby. Fue como una respuesta a la mano que había extendido ella antes de realizar la ceremonia. Iby sonrió y tomó su mano. 

― Entonces cuida bien de mi Sir Agnit.

―..., Bueno, igualmente.

A lo lejos, pudo ver las siluetas del Barón Pitt Erka y Cedella acercándose en la plataforma flotante. Era el momento de mostrarle el mundo a Michael.

 

***

De regreso al Palacio Imperial, Iby fue llamada por Desmond II. Michael y Cedella fueron enviados primero a la residencia, e Iby entró sola en la oficina. 

― Entonces, ¿lo lograste?

― Sí, Padre.

― Hmm.

El sonido que Desmond II soltó mientras tocaba la puta de su barbilla fue significativo. Iby estaba nerviosa. La imprimación de Michael estaba abierta a la interpretación como un desafío a la autoridad del Emperador. 

Desmond II le dio permiso a Iby para que lo intentara, pero podría haber estado molesto al ver a Iby de regreso después de realmente tener éxito en su ceremonia de juramento de lealtad.

Llegados a este momento, Iby estaba nerviosa, se preguntaba si Desmond II podría encontrarle fallas y tratar de castigarla.

Afortunadamente, Desmond II no fue tan mezquino. El Emperador dejó a un lado sus documentos y miró a Iby, la elogió.

― Sí, lo hiciste. Como era de esperar Iby, eres la hija de este Emperador. Eso te hace naturalmente brillante y extraordinaria. Esto limpiará la imagen del Imperio. Estoy esperando grandes cosas de ti.

― No hace falta que lo diga. ―dijo Iby con humildad y suspiró aliviada por dentro.

Entonces Desmond preguntó:

― Pero estás acá sola, ¿Dónde está tu Caballero Personal? Si está esperando afuera, déjalo entrar.

― Lo siento, Padre. Debido a que ha estado en prisión por mucho tiempo, su estado no es presentable, por lo que ni siquiera puede unirse a mí. Si me da un día, haré que se vea limpio y ordenado.

― Quería verlo con mis propios ojos. De todos modos, está bien. Esperaré.

― Gracias por tu permiso. Prepararé té que ayude a aliviar los dolores de cabeza para ese entonces. 

Desmond II volvió a mirar los documentos y dijo: 

― Date prisa y tráelo. Solo es alguien a quien imprimaste. Es un monstruo. Un homúnculo peligroso en específico, debemos asegurarnos de que todos los miembros de la Familia Imperial, incluido yo, reciban un juramento de lealtad para que nunca nos haga daño.

Era una voz indiferente, pero una orden contundente. De hecho, la razón por la que Iby retrasó el encuentro de Michael con Desmond era debido a la ceremonia de juramento de lealtad.

Dado que Iby había tenido éxito en la imprimación y había derribado la resistencia de Michael, habría pocos problemas con la ceremonia de juramento de lealtad, que era un ritual de nivel inferior.

Sin embargo, no podía garantizar que Michael, que tenía un gran resentimiento hacia la Familia Imperial, siguiera siendo obediente cuando se enfrentara al Emperador y se viera obligado a hacer un juramento de lealtad.

Comparado con Michael, quien había pasado por muchas cosas en su vida pasada y ha dominado el control de sus emociones, el actual Michael parecía tener un aspecto rebelde escondido dentro de un caparazón frío y racional.

Aunque era una garantía mínima, esta fue la mejor medida que pudo tomar para ganar tiempo.

Iby inclinó la cabeza cortésmente.

― Sí, Padre. Tan pronto como sea posible, prepararemos todo para que no haya contratiempos en la ceremonia.

― Has sido muy buena siguiendo las reglas Iby, te has convertido en toda una Princesa.

― Continuaré mostrándole de qué no me avergüenzo de ser la hija de mi Padre.

― Bueno, deberías. Te creo.

Desmond II, que sonrió satisfactoriamente, tocó el timbre de su escritorio. El timbre hizo eco y el jefe de personal que esperaba fuera de la oficina, se acercó.

Entró llevando un joyero y lo abrió frente Iby. El interior estaba lleno de monedas de oro. La cantidad equivalía al presupuesto de un año para una mujer adulta.

― Este es un premio que te doy para conmemorar tu ceremonia de imprimación de tu Caballero Personal.

― Oh Dios mío... ¿Me está dando todo esto?

― Por supuesto. ¿Estás satisfecha? Esta es una recompensa de mi parte.

― Whoa.

Para Iby, quien siempre había vivido en su última vida con solo con lo básico, la existencia de un bono era un mundo nuevo. Iby olvidó que estaba frente al Emperador y había exclamado en voz alta. Al darse cuenta de la mala educación, rápidamente se tapó la boca con la mano y Desmond II se rio como si le gustara su mirada inocente.

Iby no podía apartar los ojos de las monedas de oro.

“¿Cuánto es todo eso?”

Iby era conocida como la sabionda que pasaba encerrada en los rincones de su habitación, pero su sentido del dinero era malo. Más bien, era correcto decir que era sensible con el dinero. Le costó un buen dineral estudiar su especialidad, la alquimia.

Aun así, nadie sabía cuán difícil fue dividir un pequeño presupuesto básico y recaudar fondos para las actividades de investigación.

“Necesito ganar algo de dinero. Necesitaré fondos para participar en actividades de la alta sociedad.” 

Iby agregó a su lista una cosa más por hacer. Era momento de anunciar que regresaría a sus aposentos, pero Desmond aún parecía tener asuntos pendientes con ella.

― Iby, ¿es cierto que solo hay una sirvienta en tu residencia?

― Sí, la condesa Arfel lleva mucho tiempo a cargo de mi casa.

― Tsk, tsk. Tu doncella es maravillosa, pero, ¿Cómo podría solo una doncella hacerse cargo de una residencia imperial? Le diré a la Tercera Emperatriz que envíe dos sirvientas y una doncella.

Ciertamente era necesario aumentar el número de sirvientes. Además, la Tercera Emperatriz no tenía hijos, por lo que mantuvo una posición políticamente neutral, y debido a que era un personaje justo e imparcial, su personalidad también era confiable.

― Estaré a su cuidado, Padre.

― Ah, te ves cansada porque tuviste una gran ceremonia. Regresa y descansa.

― Entonces volveré a mi residencia, Padre.

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Yanci: Entiendo su emoción al ver el dinero, yo estaría igual de emocionada 😢